Anunciadas ya medidas para contener los valores de algunos alimentos, el Gobierno pone el foco en los ingresos.
Tras el anuncio de un bono para jubilados, analizan subir la Tarjeta Alimentar y adelantar las cuotas del aumento del salario mínimo. La idea de un bono por decreto para los trabajadores registrados de momento fue rechazada, ante la postura del equipo económico de fomentar las paritarias con reaperturas.
Ante el panorama mundial, el Gobierno “recalibra” y buscará poner el foco en los ingresos. La primera medida fue en marzo de un bono de $6000 a los planes Potenciar Trabajo. En abril, habrá un bono a jubilados de la mínima de $6000, según confirmó la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti. También en abril se aplicará el primer aumento para el salario mínimo del 18%, que impacta directamente en los programas laborales. El último tramo de la suba será en diciembre, aunque podría adelantarse, como ocurrió en 2021.
Por estas horas, el Ministerio de Desarrollo Social, que encabeza Juan Zabaleta, analiza un incremento para la política alimentaria. “El Ministerio trabaja con los equipos técnicos para analizar una actualización. La preocupación del gobierno con la inflación está, y también la ocupación”, afirmó Gustavo Aguilera, secretario de Articulación de Política Social.
Los montos percibidos actualmente en la Tarjeta Alimentar, varía según la cantidad de hijos: $6000 con uno, $9000 con dos y $12.000 con tres o más.
Para las políticas alimentarias, que también incluyen el envío de alimentos a comedores y escuelas, la cartera de Zabaleta gastó en el primer trimestre $63.368 millones, el 50% del total del gasto, mientras que en acciones de inclusión socio productiva ejecutó $49.564 millones, el 40% del total del gasto, según los datos de presupuesto abierto. En todo 2021, los gastos en programas sociales ascendieron a $842.149 millones, equivalente al 1% del PBI, según la OPC.
Fuente: Ámbito.com